Exquisitos detalles

Detalles típicos, detalles especiales.

Si hay algo digno de admirar en la gastronomía mexicana es precisamente los detalles que en ella hay.

Detallar significa cortar en pedacitos, pero ¿por qué se nos hace tan importante un trozo pequeño? Sencillamente porque la grandeza de todas las cosas radica en los detalles. Imagina una casa sin aquellas vistosas molduras de pecho de paloma o una prenda de vestir sin ojales perfectamente bordados, serían objetos poco vistosos, sin gracia y que a muchos no gustarían. Esto por supuesto, también es aplicable a la cocina: no hay nada más gustoso que tener un platillo enfrente visualmente delicioso gracias a los detalles de colores y texturas.

Nuestro país, nuestro estado, nuestra gente sabe cómo hacer platillos ricos en detalles, por ejemplo, la comida típica de Puebla.

Ahora hablemos un poco más de aquellos platillos típicos que centran su creatividad en su presentación.

El chile en nogada: Existe un par de versiones sobre el origen de este platillo. Según la historia fue en el año 1821 cuando el chile en nogada fue creado, se dice que al Obispo Antonio Joaquín Pérez Martínez se le notificó que Agustín de Iturbide junto con el ejército insurgente estaban por llegar a la ciudad de Puebla. Para ser un buen anfitrión encargó a las monjas del Convento de Santa Mónica cocinar una comida memorable.

comida tipica de Puebla

Las monjas decidieron crear un plato que tuviera los colores del Ejército Trigarante: usaron el chile y el perejil para el color verde; granada para el rojo y nogada para el blanco.

La receta consiste en hacer un picadillo, freír carne molida con jitomate, ajo y cebolla. Después se le añade la fruta: la manzana y pera de Huejotzingo, el durazno de Zautla, pasas, almendras y, por último, el plátano.

Posteriormente se tuestan los chiles poblanos de San Martín Texmelucan y se meten a sudar en una bolsa de plástico para poder retirarles la piel. Se abren con cuidado y se les quitan las venas y semillas. Posteriormente, se rellenan con el picadillo para ser capeados.

Por último, se hace una salsa semi espesa de nuez de castilla de San Andrés Calpan, conocida como nogada.

Ahora imagina el platillo final: un chile relleno bañado con nogada y decorado con frutos de granada de Atlixco y para coronarlo unas cuantas ramitas de perejil.

¡Sí! Esta es la comida típica de Puebla que ha traspasado fronteras, un platillo de exquisito detalle, dulzor y picor.

El mole poblano: Su creación data de 1700, cuando en el Convento de Santa Rosa se buscaba elaborar un platillo para Tomás Antonio de la Serna y Aragón, virrey español que visitaba la ciudad y pidió una comida que deleitara su paladar.

La pasta del mole fue creada por la monja dominica, Sor Andrea de la Asunción. La magia comenzó cuando tuvo el detalle de moler en un metate diferentes chiles junto con otros condimentos. El mole poblano se preparó con ingredientes como: chile ancho, mulato, pasilla y chipotle, jitomate, cebolla, pimienta, clavo, canela, ajonjolí, almendras y chocolate para obtener su sabor dulce y característico.

El resultado de esta mezcla de ingredientes y sabores fue un éxito, tanto que la boca del virrey Tomas Antonio de la Serna quedo encantada al degustarlo pues no había probado nada tan singular y majestuoso. El virrey, agradecido por tan suculento platillo mando a forrar de azulejo de talavera la cocina del convento donde se había creado el mole.

El auténtico mole se sirve con una pieza de carne de guajolote, bañada con la mezcla dulce y ajonjolí para decorarlo. En la alta cocina mexicana este platillo es uno de los más notables e importante pues es un símbolo de mestizaje.

Y así como nuestro estado tiene muchos platillos ricos en detalles, en el ANAFRE ROJO los tenemos también. Si no has comido nuestro delicioso mole rosa, deberías venir a probarlo cuanto antes. Mientras tanto te lo antojamos un poco: este platillo consta de un filete de salmón a la plancha sobre un mole de frutos cactáceos, con un toque de pulque, betabel, piñones y flor de bugambilia, acompañado de frijoles de olla y arroz rojo.

Esta comida es artesanal en todos los sentidos, desde la preparación del mole hasta su montaje. Nuestros chefs y cocineros ansiosos por ser detallistas, lo elaboran escogiendo meticulosamente cada ingrediente, también se dan el tiempo para deshojar cada flor de bugambilia para tratarla y que forme parte importante del platillo.

Otra comida del ANAFRE ROJO que vale la pena probar, por su exquisitez en detalles son las deliciosas tostadas de huitlacoche salteado, condimentadas con chapulines y compuestas con lechuga y crema. Este platillo es una suma de texturas que encantarán a tus ojos y boca.

Pero esto no termina aquí, también tenemos que mencionar a uno de nuestros platillos estrella: el filete Tláloc.
Éste consta de una salsa de nata, epazote y chile serrano bañando un filete de res. Se acompaña con huitlacoche y se detalla con chips de camote. ¿Puedes imaginar su sabor y presentación?

En el ANAFRE ROJO sabemos que de la vista nace el amor y que las pequeñas cosas importan y mucho, por eso es que somos un restaurante con énfasis en detallar perfectamente cada platillo servido a nuestros comensales.

Una vez más, podemos ver como la comida típica de Puebla sobresale por sus creativas recetas y sus exquisitos detalles. Ahora tienes una razón más para visitar nuestro país y nuestro estado.